Si vives en un pueblo, o has nacido en uno aunque ya no estés en él, o visitas alguno de cuando en cuando porque tienes allí a tus padres o abuelos, o te gustan las vacaciones en el campo , o simplemente te gusta la naturaleza y tienes curiosidad por conocer el día a día de la vida rural, probablemente te guste este sitio.
Escribo desde un pueblo como tantos otros de España, emplazado a orillas del río que da nombre a este sitio.
No hace falta consultar estadísticas para saber que la mayor parte de sus habitantes son mayores, como en casi todos los pueblos. Para unos, esto puede ser la confirmación de la decadencia, cuándo en realidad es un tesoro de sabiduría y experiencia, si sabemos mirar un poco más allá de las arrugas.
En este tenemos la suerte además de conservar la escuela de primaria con dos aulas abiertas, lo que quiere decir que aún corren por aquí algunos niños, no demasiados. Y un instituto de secundaria muy cerca, adonde pueden hacer hasta el bachiller. Por tanto, también hay adolescentes.
Y en medio estamos, claro, lo que se llama la población activa. La mayor parte ocupados en los sectores primario y secundario, y algunos en el de servicios.
El río Orbigo en Villoria
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Porque (aún) hay pueblos con vida. Muchos